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La enseñanza del español como segunda lengua entre el Enfoque Comunicativo y el Enfoque Por Tareas





Dr. Saafan Amer escribe|

Introducción

Una metodología es el conjunto de métodos por los cuales se regirá una investigación científica por ejemplo, en tanto, para aclarar mejor el concepto, vale aclarar que un método es el procedimiento que se llevará a cabo en orden a la consecución de determinados objetivos. Entonces, lo que preeminentemente hace la metodología es estudiar los métodos para determinar luego cuál es el más adecuado a aplicar o sistematizar en cualquier trabajo de investigación.

En el campo de la enseñanza del español como lengua extranjera, la metodología tiene que ver con los procedimientos y los materiales didácticos que se emplean en el proceso de la enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera. La metodología incluye los objetivos, contenidos, procedimientos, materiales, actividades, temas que se hacen en el aula para motivar y agilizar el proceso del aprendizaje.

Al hablar de Metodología en el campo de la enseñanza del español como lengua extranjera, tenemos subrayar unos términos que se manejan frecuentemente en ese marco:


· Currículo: un marco general de decisión y de actuación en la enseñanza.

· Método: conjunto de principios teórico-prácticos que se toman en el aula para agilizar el proceso del aprendizaje.

· Enfoque: conjunto de diferentes teorías sobre la naturaleza del lenguaje y del proceso de aprendizaje/adquisición de una lengua extranjera.

· Técnica: cualquier procedimiento o actividad que se realiza en el aula de unas situaciones precisas para lograr los objetivos predefinidos.

En estos días se va instalando un nuevo concepto pedagógico en el ámbito de la enseñanza de idiomas tomando como base el enfoque comunicativo acogiendo nuevos impulsos procedentes de la revalorización del sujeto-aprendiz y, por otra parte, del reconocimiento de la dimensión psicológica y emocional del aprendizaje y de la pedagogía de lo positivo (Planeta 1, 1998, p.3).



1. Enfoque Comunicativo

Es una orientación metodológica aplicada al campo de la enseñanza de lenguas extranjeras. El fundamento del método es la consideración de la lengua como instrumento de comunicación y, por tanto, una consideración del aprendizaje que se asemeja al paradigma de «aprender para comunicarse». El método tiene, pues, un claro carácter funcional. Los materiales didácticos, los textos, las grabaciones y otros materiales utilizados por el método imitan actividades comunicativas como las que tienen lugar fuera del aula de clase.


ORIGEN Y DESARROLLO

En los años setenta, se comienza a hablar de la crisis de la psicología conductista y se plantean los modelos cognitivos (Piaget, Vygotsky) como una posible alternativa. En lingüística las ideas de Chomsky se imponen, y su concepción del lenguaje como facultad innata del ser humano choca frontalmente con las ideas conductistas de Skinner. Se produce en esos momentos una verdadera revolución en el mundo de la enseñanza de segundas lenguas con el surgimiento de los diferentes métodos "humanistas" y del enfoque comunicativo en Europa, que responden a la nueva concepción de la lengua y de su aprendizaje.

En esta primera etapa del enfoque comunicativo, la principal preocupación de los investigadores será la de intentar dar cuenta de las necesidades comunicativas de los estudiantes. Surgen así las programaciones nocio funcionales, que tendrán una gran difusión y que serán adoptadas rápidamente en los nuevos libros de texto. Gran parte del éxito se debe, sin duda, al apoyo del Consejo de Europa, que basará la definición de los contenidos de un nivel umbral para los programas de enseñanza de lenguas sobre los conceptos de “nociones” (conceptos como lugar, secuencia, cantidad, tiempo) y “funciones” (o intenciones comunicativas como saludar, ofrecer, presentarse). La última etapa en el desarrollo del enfoque comunicativo está marcada por el desarrollo de la enseñanza mediante tareas.

En un intento por convertir el aula en el escenario de procesos comunicativos reales, se propone la realización de las tareas (actividades significativas que tiene como resultado un determinado producto) como el eje articulador del proceso de enseñanza–aprendizaje. Siguiendo a Nunan (1989) podemos definir tarea como “una unidad de trabajo en el aula que implique a los alumnos en la comprensión, manipulación, producción o interacción en la L2 (segunda lengua) mientras su atención se haya concentrada prioritariamente en el significado más que en la forma.


El Enfoque comunicativo integra aportaciones de diversas disciplinas

1. Psicolingüística: porque el aprendizaje es un proceso activo y continuo donde se usan estrategias de carácter cognitivo. Es que está en un proceso de reestructuración constante, y de ahí viene la importancia del concepto Autonomía.

2. Etnografía del habla: es que el objetivo del aprendizaje es lograr un conjunto de habilidades lingüísticas, sociolingüísticas, discursivas y estratégicas. Eso es el concepto de la Competencia Comunicativa (D.Hymes, Canale).

3. Pragmática: es que se concentra aquí sobre el concepto del acto de habla y la función lingüística de los elementos de la lengua.

4. Sociolingüística: donde la variación lingüística y el papel de la lengua en la sociedad humana como un medio de comunicación.

5. Lingüística: es que se toma en consideración los estudios del análisis del discurso y el análisis de la conversación.

El enfoque comunicativo pone de relevancia el carácter funcional de la lengua como un instrumento de comunicación donde las funciones lingüísticas son el eje central del proceso de aprendizaje. También, introduce el concepto de competencia comunicativa al ámbito de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras.

Hymes se refería a la competencia comunicativa como la capacidad de elaborar enunciados teniendo en cuenta no sólo que su significado y su gramaticalidad sean correctos, sino que también sean socialmente apropiados. El sentido es mucho más amplio que la simple competencia gramatical, pues no sólo abarca lo que se dice sino también lo que se quiere decir o lo que se quiere entender. Por eso, Hymes lo describía muy bien cuando relacionaba la competencia comunicativa con «cuándo hablar, cuándo no, de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma». En definitiva, se trata de determinar las reglas sociales, culturales, psicológicas, que determinan un uso del lenguaje.

La competencia comunicativa es capacidad para entender e interpretar la comunicación. Tan importante resulta lo que se dice como lo que se quiere decir o comprender. Esto significa que no sólo interviene un conjunto de reglas sintácticas como en la competencia lingüística, sino también muchas otras reglas semánticas, presuposiciones, factores extralingüísticos, deducciones lógicas, aspectos psicológicos de los sujetos comunicantes, elementos culturales, reglas sociales, etc.

El concepto competencia comunicativa es mucho más amplio que la competencia lingüística, pues no sólo consiste en el conocimiento que un hablante-oyente ideal tiene de su lengua y de la utilización de todos los niveles de descripción lingüística desde el fonológico al sintáctico, léxico o semántico, sino que, como le ocurría a la competencia lingüística, incorpora también el conocimiento de las reglas de uso de la lengua así como la conexión con el contexto cultural, social e histórico de la propia lengua que se aprende.

Por todas estas razones es tan importante la «interacción oral» entre los alumnos, ya sea por parejas, en grupos o en toda la clase. En el método del enfoque comunicativo, el alumno es ya el centro del proceso enseñanza-aprendizaje para la adquisición de una segunda lengua. El profesor facilita la comunicación creando situaciones, organizando actividades, participando de diversas maneras, pero son los alumnos quienes protagonizan la competencia comunicativa. Surge así una nueva forma de concebir el aprendizaje de una segunda lengua en la que el significado de las palabras, incluso su representación icónica, desempeña un papel relevante.

El enfoque comunicativo utiliza técnicas grupales iniciando foros, juegos teatrales o de cualquier otro tipo. Organiza mesas redondas, debates y seminarios en el que se discute un asunto, se elige un tema y los alumnos participantes elaboran sus puntos de vista. Hay un tiempo de exposición para cada uno en el que se aportan argumentos, se procesa la información y se redacta una conclusión, que los alumnos exponen ante la clase. Se rechazan las falacias y se trabaja la lengua más allá de las frases. Las unidades básicas son el párrafo en el lenguaje escrito y el enunciado en la comunicación oral.

La importancia de la interacción, de los grupos y de las mesas redondas hace que el libro de inglés no sea ya el material didáctico por excelencia. Otros materiales como fichas programadas, cartulinas, revistas, planos, folletos turísticos, entradas de cine o de museo, anuncios de periódicos, etc. crean excelentes situaciones de comunicación en las que el protagonista es el alumno.

Desde hace ya más de veinte años, el enfoque predominante en didáctica de segundas lenguas (L2) y de lenguas extranjeras (LE) en Europa es el enfoque comunicativo. Por supuesto, en estos años el enfoque comunicativo se ha enriquecido con diferentes aportaciones, han surgido distintos modelos y se ha materializado en la publicación de diversos métodos y cursos, convirtiéndose en un marco teórico flexible siempre en evolución. En primer lugar, examinaremos los principios e ideas comunes a todas las manifestaciones de este enfoque; a continuación, analizaremos brevemente su desarrollo, desde las programaciones nocio-funcionales hasta la enseñanza mediante tareas; por último, señalaremos algunas consecuencias metodológicas de los principios del enfoque comunicativo.

Vemos, pues, que el enfoque comunicativo subordina el estudio de los aspectos formales de las lenguas al uso de éstas confines comunicativos. El énfasis recae, por lo tanto, sobre los procesos implicados en el uso del lenguaje, es decir, sobre el estudio de los significados, de su expresión, comprensión y negociación durante las interacciones.

Esta concepción de qué es una lengua y cómo se aprende no puede prescindir del acercamiento a la cultura en la que la lengua actúa como vehículo de comunicación. En los últimos años, se ha venido señalando la importancia del componente cultural en los procesos comunicativos y la necesidad de incorporarlo a los programas de lenguas para facilitar la comprensión y el entendimiento intercultural.

En el enfoque comunicativo se promulga un tipo de enseñanza centrada en el alumno, en sus necesidades tanto comunicativas como de aprendizaje. Esto supone una pérdida de protagonismo por parte del profesor y de los programas, en favor de una mayor autonomía de los estudiantes y, por lo tanto, de una mayor responsabilidad en la toma de decisiones sobre su propio proceso de aprendizaje. El análisis de las necesidades y la negociación con los estudiantes se constituyen, así, en el eje sobre el que se articula la actuación de los docentes.

Desde el enfoque comunicativo se plantea que el objetivo del proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera es que los alumnos alcancen un cierto nivel de competencia comunicativa en dicha lengua. Este objetivo es compartido por profesores y alumnos, y en su mismo enunciado queda claro que son los alumnos los agentes reales del proceso. Son ellos los que, con la ayuda del profesor, consiguen aprender, por lo que el profesor tiene una función muy importante, pero subsidiaria.


En realidad, el profesor no tiene control directo sobre el aprendizaje en la medida en que éste es un proceso interno de los alumnos. De ahí que en su actividad deba ofrecer el tipo de estímulos que el proceso requiera, pero recordando que su conducta debe subordinarse a las necesidades de aprendizaje de los alumnos. La experiencia nos muestra que aquello que enseñamos en nuestras clases no es aprendido del mismo modo y en el mismo orden por nuestros alumnos; parece evidente que existen diferentes formas de aprender, y que los alumnos pueden saber de qué forma trabajan mejor. Todo ello nos lleva a descartar la concepción del alumno como agente pasivo del proceso de aprendizaje. Es hora, por tanto, de escuchar a los alumnos, que tienen mucho que decir sobre todos los aspectos que integran el proceso del que son protagonistas: los objetivos (el para qué), los contenidos (el qué) y la metodología (el cómo).

El método comunicativo se caracteriza por ser un enfoque de enseñanza general y no un método de enseñanza con prácticas de clase claramente definidas. Como tal, a menudo se le define por medio de una lista de principios o características generales. Una de las listas más conocidas es la de las cinco características del método comunicativo, elaborada por David Nunan (1996):

  1. Pone énfasis en la comunicación en la lengua extranjera a través de la interacción.

  2. Introduce textos reales en la situación de aprendizaje.

  3. Ofrece a los alumnos oportunidades para pensar en el proceso de aprendizaje y no sólo en la lengua.

  4. Da importancia a las experiencias personales de los alumnos como elementos que contribuyen al aprendizaje del aula.

  5. Intenta relacionar la lengua aprendida en el aula con actividades realizadas fuera de ella.

Se empieza usar las actividades comunicativas en el proceso del aprendizaje. La actividad comunicativa es una situación donde dos aprendices intercambian información, manifiestan sentimientos, hacen peticiones, piden la opinión del otro…etc. Esta actividad tiene su objetivo en la interacción comunicativa centrada en el contenido que se realiza en el marco de la ficción del aula.

Planeta 1 (1998, p.66)


Actividades de clase utilizadas en el método comunicativo

Algunos ejemplos de actividades son:

  • Juegos de simulacion (role playing)

  • Entrevistas

  • Intercambio de información repartida entre alumnos

  • Juegos

  • Intercambio de idiomas

  • Encuestas

  • Trabajo en parejas

  • Aprender enseñando

Clave:

Lograr una competencia comunicativa que garantice la habilidad del hablante no nativo para participar de forma adecuada en situaciones comunicativas significativas (Santos Gargallo,1999, p.71).


2. Enfoque por Tareas

Se define como una alternativa a la enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras que acepta los principios fundamentales de la enseñanza comunicativa e introduce la tarea como procedimiento didáctico para generar en el aula auténticos procesos de comunicación. El concepto de tarea es definido como:


Una unidad de trabajo en el aula que implique a los aprendices en la comprensión, manipulación, producción o interacción en la L2 mientras su atención se halla concentrada prioritariamente en el significado más que en la forma (D.Nunan, 1989, p.10).


La tarea tiene que conseguir las siguientes características:

1. representativa de procesos de comunicación de la vida real.

2. identificable como unidad de actividad en el aula.

3. dirigida intencionalmente hacia el aprendizaje del lenguaje.

4. diseñada con un objetivo, estructura y secuencia de trabajo.

5. énfasis sobre la manipulación de información (el significado) vs. La actividad centrada en los contenidos lingüísticos (la forma) (Santos Gargallo, 1999, p.80).

Gente 1 (1997, p.42)


Apareció a finales de la década de los ochenta en el ámbito anglosajón por D.Nunan en 1989.Esta nueva orientación metodológica se introdujo en España en los trabajos de J.Zanon y M.J Hernández en 1990. Tambien, la aplicación de sus métodos se reflejan en el curso de español para extranjeros Gente de N.Sans y E.Martin Peris en 1997. Su objetivo reside en ampliar y definir los procedimientos didácticos que garantizan el logro de la competencia comunicativa que es el objetivo de la enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera.


El enfoque por tareas supone, en cierto modo, la superación definitiva de todos aquellos métodos centrados en la gramática, pues se trazaron el objetivo de arrinconar la ‘competencia lingüística’ y de conceder un valor total y completo al concepto ‘competencia comunicativa’. Piensa este método que lo importante no es la sintaxis, ni las reglas, ni la norma, ni la gramática, ni se plantea tampoco la posibilidad de elegir entre forma y función, pues es ajeno a valorar como «mejor» o «peor» los métodos funcionales que los formales. Todo lo contrario, a esto, dicho método persigue y realza el concepto de ‘actuación lingüística’, el uso real de la lengua en situaciones concretas, que tenía sólo un valor secundario en el cognitivismo primitivo.


De esta forma, el enfoque por tareas asume los postulados de los análisis del discurso. Los alumnos llevan a cabo prácticas lingüísticas comunicativas, actividades de uso lingüístico que constituyen el paso previo a la descripción lingüística. Pero el principio dominante es que «la lengua se aprende por el uso». Aunque las tareas terminen vinculándose con el reconocimiento y atención a las formas lingüísticas, inicialmente las tareas de uso son muy permisivas con los intereses particulares de los alumnos, de modo que se propicia poner el énfasis en el contenido de los mensajes personales que verdaderamente interesan a quien aprende una lengua.


Después de veinte años de la aplicación de los principios comunicativos empiezan a aparecer las críticas por este nuevo método en los siguientes aspectos:

  1. Falta de una reflexión sobre cómo se aprende una lengua, es que la naturaleza del aprendizaje de una lengua sigue hasta ahora como un reto para la psicolingüística, ya que todavía no hemos podido precisar los procesos cognitivos y todos los mecanismos responsables de la construcción de competencia comunicativa.

  2. Las actividades comunicativas no prestan atención a los procesos de comunicación ni crean verdaderos espacios de comunicación, es que son sólo como una simulación a la comunicación. La actividad comunicativa tiene que cumplir lo siguiente:

A. Ofrecer los instrumentos necesarios para la comunicación.

B. Dotarles de una razón para implicarles en una actividad de interpretación.

C. Crear una situación en la que el otro puede proporcionar su información.

D. Tener una intención comunicativa para transmitir un significado.


3. El diseño de los materiales didácticos no permite la adaptación del material de un contexto docente concreto. Es importante la necesidad de que el material didáctico tiene la necesaria flexibilidad para ser adoptado al contexto docente en que nos encontramos. También condicionar la enseñanza al análisis del contexto y a las necesidades de los que aprenden.


Clave:

Lograr la competencia comunicativa mediante el desarrollo de auténticos procesos de comunicación en los que se transmite significado en tareas reales (Santos Gargallo, 1999, p.82).




Conclusión

El proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera es multifacético, que el elemento central de dicho proceso es el sujeto que aprende. También el profesor de español como lengua extranjera ha de tener una formación completa que incluye los fundamentos teórico-prácticos de las distintas orientaciones metodológicas, el manejo de los materiales didácticos, así como la capacidad para adaptarlos y crear otros nuevos.

Actualmente se puede observar después de analizar los últimos materiales didácticos que aceptan unos principios generales:

1. La lengua es un instrumento de comunicación.

2. la descripción de su funcionamiento ha de integrar las aportaciones de la pragmática y del análisis del discurso.

3. las actividades que facilitan el aprendizaje son aquellas que ponen al sujeto que aprende en situaciones motivadoras, en las que siente una necesidad de transmitir significado.

La lengua es en primer lugar y por encima de todo, un instrumento de comunicación, pero es también un complejo sistema de signos que se combinan por medio de reglas gramaticales, pragmáticas y culturales. Esta complejidad obliga a un conocimiento profundo de las mismas si queremos garantizar una competencia comunicativa que permite la adecuación que garantizará el aprendizaje.

El enfoque comunicativo se concentra en lograr una competencia comunicativa que garantice la habilidad del hablante no nativo para participar de forma adecuada en situaciones comunicativas significativas y desarrollar las cuatro destrezas lingüísticas con prioridad para la expresión oral y la comprensión auditiva con el uso de las actividades comunicativas para motivar la interacción entre los aprendices para transmitir un significado. El enfoque comunicativo carece de una reflexión sobre cómo se aprende una lengua. Las actividades comunicativas son una simulación de la comunicación. El diseño de las unidades didácticas no permite la adaptación del material un contexto concreto.

Por el otro lado, el enfoque por tareas usa la tarea para desarrollar auténticos procesos de comunicación en los que se dé la resolución de problemas y negociar el significado y el intercambio de reacciones.las actividades comunicativas aquí prestan atención a los procesos de comunicación creando verdaderos espacios de comunicación en los que otro interlocutor transmite información contingente. Proporcionan los instrumentos necesarios para la comunicación. Así mismo destaca la necesidad de que el material didáctico este dotado de la necesaria flexibilidad para ser adaptado al contexto docente en que nos encontramos.


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